La delicada cepa Viognier es la columna vertebral de este vino. Combinada con la italiana Arneis y la francesa Marsanne nos permiten disfrutar un vino fresco y seco de gran fragancia y agradable frutalidad. La Viognier, originaria de la región del Ródano, se caracteriza por dar vinos opulentos de buen cuerpo, con una gran nariz con notas florales y frutales, destacando particularmente el chabacano.
La cepa italiana Arneis, originaria de la región del Piamonte, se caracteriza por dar vinos de gran estructura, aporta al Selección Blanca su delicada frutalidad y sus sabores a flores blancas, toronja y manzana verde; la cepa francesa Marsanne, también originaria del norte del Ródano, aporta sus aromas a jazmín, avellana y hierbas aromáticas, así como su cuerpo y capacidad de guarda.
El cuidadoso manejo desde la cosecha manual, a la maceración en frío y la fermentación a temperatura controlada, da como resultado un vino seco, fragante y con sabores que recuerdan al chabacano, el durazno, la avellana y la toronja.
Ideal para tomarse frío en temporada de calor, o acompañar platillos a base de mariscos como almejas, camarones, langosta, abulón o callo de hacha. Magnífico también con salmón, marlin o atún sellado a las brasas.
Este interesante coupage de uvas blancas francesas e italianas muestra su gran expresividad en el Valle de Guadalupe. El cuidado continuo y la experta mano del enólogo permite crear un vino blanco fresco y seco, con marcadas notas florales y frutales que recuerdan al chabacano, pera y manzana verde.
Variedades
Viognier 60%
Arneis 25%
Marsanne 15%
Grado alcohólico
12.5% vol.
Viñedos
Uvas procedentes de viñedos propios del Valle de Guadalupe.
Vista
Hermoso color amarillo pálido con ligeros reflejos verdes. Vino limpio que irradia un atractivo brillo.
Gusto
Excelente ataque, seco y fresco. Acidez equilibrada para un final largo.
Nariz
Aromas cítricos y florales con notas de lima, chabacano, manzana verde y toronja.
Elaboración y crianza
Tras la clasificación manual de racimos en el viñedo, estos fueron sometidos a despalillado y a un leve estrujado con la finalidad de extraer el mosto flor de la mejor calidad. Este mosto flor se transporta a tanques de acero inoxidable en donde realiza la fermentación alcohólica a 12°C de temperatura, evitando de esta manera la volatilidad de los aromas y conservándolos para disfrutarlos en copa.
No tiene paso por barrica.
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